Entradas

Mostrando entradas de junio, 2023

Anda, ve a por agua al pozo de cristal

  Esta es la última vez que vi a mi madre Me mandó a por agua al pozo de cristal  Anda, ve a por agua al pozo de cristal Me dijo, y que ningún perro te ladre Que los gatos no te arañen, cuidado No pares a hablar con desconocidos (Y sobre todo si emiten aullidos)  Tú limítate a hacer este mandado Y salí a buscar el pozo, pensando Que no sería difícil de encontrar  Después de haber pasado horas andando  Hambriento, perdido, pero sin parar Me detuve en este páramo seco De repente, bajo mis pies: un eco. 

La urbanización

 (Dedicado a Lorena E.) He salido a andar en la urbanización nueva Y me he perdido Últimamente la puta vida puede conmigo Y por eso mismo me he dicho: Voy a salir a andar por la urbanización nueva Ahora no sé dónde estoy  Pero nunca lo he sabido  Sigo perdido En algún lugar remoto  De la urbanización  La mierda de urbanización nueva. 

Desmaterialización de la moraleja

  Érase una vez un conejo, un inglés y un español que se quedaron atrapados en un ascensor. O era en un avión, no sé, la verdad es que no me acuerdo. La cosa es que el conejo, o liebre, corría que se las pelaba, y parecía que lo iba a tener muy fácil para ganar a la tortuga, que no era ninja, como hemos indicado: era inglés. La cuestión es que el español, a pesar de ser vago y jacarandoso, pensó que si quitaban un tornillo de cada una de las otras tres ruedas, podrían sujetar la cuarta y completar el viaje en coche (que seguramente les llevaría a Ítaca –digo yo). Cada cual extraiga la enseñanza que crea que debe extraer (o que no), yo, por mi parte: no pretendí más que mostrar la devaluación (aunque iba a poner el devaluamiento) de lo que antes llamábamos moraleja hasta su total y eventual desintegración y extinción; hasta la contra moraleja ya. Y no sigo, porque aunque primero iba a elaborar algo más formal, al final me ha bastado con esto.