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Mostrando entradas de mayo, 2022

El puto San Mateo 7,7-12

Me he metido dentro del cubo de la basura para buscar mi desayuno No bastó con alargar la mano No bastó "pide y se te concederá" Pedí, sí, y una voz detrás de mí (En forma de parábola Sería un viejo usurero o algo así) Que supongo era la del "maligno" Me dijo: "Anoche vi cómo tiraron allá al fondo las sobras del restaurante aquel donde van a comer los señores" Y he aquí que hundí mi cuerpo en el contenedor  Y buceé kilómetros y kilómetros de basura, mierda, podredumbre Arrastrándome entre cristales rotos Deslizándome sobre clavos oxidados Respirando las miasmas de trapos que limpiaron vómitos, de pañales mal cerrados Y llegué aquí, al fondo A las frías sobras de anoche A mi desayuno Y una absurda sensación de triunfo llena la mente miserable de este rufián ¡¿Habrá alguien en el planeta capaz de entender mis versículos?!

Taladro

Hoy he estado a punto, a puntito, de meterme el taladro por el ojo. No fue un accidente. A menudo trabajo con un taladro, entre otros muchos menesteres: hago agujeros en las paredes, meto tacos y atornillo muebles, cuadros, lámparas... y, en fin, todo lo que sea susceptible de ser atornillado a una pared. Pues hoy, por la razón que sea, y que no te incumbe, lector, ya que no quiero yo que te incumba, me he apuntado con el taladro al ojo; he apretado el gatillo. Parecía que lo escuchase amplificado, como si los ojos hiciesen de receptores auditivos. Y casi, casi me lo meto hasta el cerebro; he podido sentir algo, no sé, como un preludio de la sensación de la broca destrozando el ojo, retorciendo el lagrimal. Pero, ay, fui cobarde y no lo hice.  Y ahora todo sigue igual.

La eternidad de sus letras

  Joder, no sé qué cojones hago aquí. En la puerta de una librería a las doce de la noche porque mañana va a venir un escritor, ¡un escritor, el último de los parias del panorama popular! a firmar libros a unos cuantos frikis. Seguro que él llega antes que todos ellos y lo sientan, ridículamente, en un rinconcito, junto a un florero o algo así, con un montón de sus libros al lado, haciendo bulto; y que una amable librera le lleva un café... Bueno, no, eso sería si no estuviese yo aquí, el loco que espera a Daniel Aragonés para que le firme su último libro. ¿Qué pensará de mí? Bah, pensará que soy gilipollas, sobre todo si se entera de que he estado toda la noche sentado en este mínimo escalón, cogiendo frío en los riñones y sin dormir. Aunque nadie tiene porqué saber eso, el primero que venga a abrir pensará que llevaba aquí cinco minutos. A no ser que se fije en mi, de seguro, demacrado aspecto. Es poco probable, no se suelen fijar en mí, soy como esos locos asesinos de los que sus

Comercio Místico

Paráfrasis de Nietzsche:  «Estas son las tres transformaciones del espíritu: la del espíritu en camello, la del camello en león y la del león en niño.»                            *** Se vende una mentira. Precio a convenir. Verde, muy verde. O azul. En perfecto estado de conservación, aunque si se averiase los recambios son fáciles de encontrar. Pierde gas, pero poco. Es negra, muy negra. O roja. Entrega a domicilio. Recuerde: se vende una mentira. Es blanca como las nubes. O amarilla. Como un marine, esta mentira Gran mentira (en español y en inglés) Se adapta, improvisa, vence. Llévese una y pague dos Si llama en los próximos minutos se conseguirá, de regalo, una pala y una parcela en nuestro cementerio. No se lo piense más Y hágase con ella como ya se han hecho sus vecinos, sus conocidos, sus jefes y sus familiares. Y recuerde: esto no es un poema Vendemos mentiras Regalamos tumbas Somos profesionales De la mentira, de la muerte, del espasmo último que acompaña (Avalado por todos lo

La doncella de hierro (manifiesto)

Tecnología de la podredumbre Sueños sin dormir Cama vacía con cuerpo yacente Sonrisa sin alegría Fiesta sin sorpresa, bomba Gente llorando mientras come pollo frito Frente al televisor Pijama, manta, zapatillas y miseria Alivio de los desheredados: No fui yo Con un chupete untado en mierda Y un pañal sucio recién estrenado Me acuesto, o me acuesta mami Mamá Soledad, Mamá Devastación En mi sarcófago de pinchos  Soy el cedazo agujereado de Platón ¿O era de latón? Da igual, por fin, anti Buda, estoy agujereado Llanto sin lágrima Pena sin consuelo Tormento sin lluvia Solo fogonazos negros de a contra luz Tortura de caricia suave Retrete obstruido de soledad pérfida ¡Nueve viejas brujas sin escoba Comprando pasteles en Mercadona! ¡Siete almas en pena Unidas sin ninguna cadena Deambulando por el Corte Inglés! Cienpiés sin patas Con puertas correderas  Que traga muñecos de mazapán Adolfo Hitler y Alberto Einstein Travestidos, borrachos, amigos Novios ya, apoyados en la barra de mi bar Cerdos

7-5-7

Pronto amanece. ¿Pronto? No seas tonto A la misma hora monto En mi coche, en mi día El Sol, mi guía Decido mi alegría (O mi miseria, a veces) ¡No ofrendo preces A los dioses; memeces! Construyo mi destino Mi desatino Pero mío. Camino Del trabajo escribo esto Lo memorizo Más bien, para escribirlo Nada me importa el resto: Como Dios hizo: ¡Creo el mundo al decirlo!