Baile de hojas secas
No soy yo el que hace bailar las hojas secas.
Pero cualquiera diría, habiéndome visto llegar a este banco de la calle Posada del Mar, sentarme en el banco, y ponerme a mirar las hojas del suelo, quietas hasta entonces, que de repente han echado a bailar de un lado a otro; cualquiera diría, decía, que soy yo el que hace bailar las hojas secas.
Pero no, no puede ser. ¿O sí?
Temo levantarme, marchar a donde tengo que marchar, y que las hojas paren. ¿Qué sería del mundo si las hojas dejasen de bailar al abandonar yo este banco de la calle Posada del Mar?
😍
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