Nuevo soneto de Garcilaso
Soneto atribuido a Garcilaso de la Vega, que rondaba en vida de este de mano en mano, en la corte y en las villas, haciendo las pecaminosas delicias de los fogosos españoles de la época.
¿Tu rostro se tiñe de colorado?
¿Tiemblan tus deliciosas, blancas piernas?
¿Las que antes eran imágenes tiernas
Se te presentan hoy como pecado?
¿Acaso el deseo por el amado
Se te está tornando en ansias eternas
Prurito inaguantable? Por cavernas
Por páramos baldíos... has vagado
En pos de apagar aquesta quemazón
Sin conseguirlo, pues tal es el calor
Que se desata adentro tu corazón
Que ya ni en llegando a los polos, mi amor
Calmarlo puedes. ¡Cura esta demencia
Ajuntando tu esencia con mi esencia!
Sin ánimos de ofender, el último verso me pide un arrejuntando.
ResponderEliminarJajajaja, Garcilaso era más de ayuntarse...
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