Triste

    Si estuviese solo un poco más triste de lo que ahora estoy, se desconectarían todas mis funciones y no sería más que un pedazo de carne, o de esta materia que parece carne, tirado en la cama. Muerto, inerte, cosa, trapo.

   A lo mejor dirían (no sé quién) que me había suicidado. Aunque no encontrasen ninguna marca, ni armas, ni sangre, ni nada que indicase ningún tipo de violencia. ¿Pero qué iban a decir si no, que morí de pena, como en una canción o un poema?

   O a lo mejor ni siquiera nadie encontraría mi cadáver, ni las moscas pondrían huevos en mis ojos y mis oídos, ni las ratas arrancarían pedazos de mi carne fría; me apergaminaría, simplemente, sería una momia, y con el tiempo, solo polvo. 

   Polvo, todavía, triste.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Esta es la línea trazada por mi espada

Intoxicación

Los callos de mi suegra