El Visitante
Ya el Visitante de la madrugada
Con fingida alarma, o fingido enojo
Aparece, y no vas a pegar ojo
Por mucho que tu mente abotargada
De los consuetudinarios cansancios
O tu cansado cuerpo, aletargado
Que creíase ya al sueño entregado
Pidan, clamen descanso, sueños rancios
Sueños tan aburridos y anodinos
Que el recuerdo deseche de inmediato
Por mucho que lo quieran, cuerpo y mente
Sabe el Visitante son desatinos:
«¿Acaso no invocaste tú, pazguato
Mi compañía tan grata, demente?»
Comentarios
Publicar un comentario