Una mirada al retrovisor

Cada vez que miro el retrovisor me veo a mí mismo sentado en la parte de atrás, y pienso «¡joder, cómo puede ser que esté conduciendo el puto coche desde aquí detrás!» Y así sigo rebotando la conciencia desde el tipo que conduce al tipo que se deja llevar. 

Putas pastillas.



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