El cuchillo

 [Lo siguiente es una especie de reflexión o reelaboración de un texto de Borges que, creo recordar, se titulaba El puñal]

                                       * 

Hace años que llevo en el bolsillo una navajita. Es un cuchillo simple, mango de anodina madera laminada, una bisagra y la hoja, de unos tres centímetros; se intuye, más que se lee, la palabra stainless en un lado de la misma.

Hay quien se ha horrorizado al vérmelo, cual si lo sacara chorreando sangre caliente del bolsillo, cuando abro algún envoltorio o corto un pedazo de cordel. Otros asienten con aprobación, como elogiando al hombre precavido que lleva esa herramienta útil. Muy pocos callan, y acaso solo ellos se figuran el burbujeante piélago de inquina y resentimiento que escondo bajo la sonrisa servil.

Yo me siento a veces reconfortado, no al notar el peso, que es poco, sino al sentir el bulto palpando en los momentos ociosos, o al encontrarlo allá al fondo enredado con borra y monedas, cuando me dispongo a pagar cualquier baratija.

Sé que un día mataré a alguien con la navajita, lo sé desde el primer día en que me la eché al bolsillo. En el fondo es este conocimiento lo que me reconforta. Ese día seré abominable para los hombres, por fin. 

Comentarios

  1. Dónde y cuándo formamos parte del mismo ser. Muy identificado con el texto reflexivo. Sí, creo recordar que se titulaba el puñal.

    Leí hace años uno similar, pero con una pistola. Me encanta.

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  2. Yo antes llevaba una navajita opinel para mis cosas, pero de eso hace mucho ya.

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  3. Yo siempre llevo una pequeña hacha desde hace décadas.

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  4. La persona que no lleva una herramienta como esa en el bolsillo, no es digna de llamarse persona.

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